Entre las últimas novedades de DQómics publicadas, encontramos un álbum inédito hasta la fecha por estos lares, a cargo de dos autores del talento de Alfonso López (Silencios, El solar) y Manel Fontdevila (La parejita, Mantecatos). Estoy hablando de ¡Santo súbito!, una historieta que fue serializada por entregas mensuales de cuatro páginas, en la revista francesa Fluide Glacial, entre 1993 y 1998, con el título de Un vie de Saint. Para fortuna nuestra, se publica de forma integral, con todas las historias realizadas (en Francia solo se recopilaron la mitad de las páginas), en la que se narra la vida de un autoproclamado santo, San Apapucio. Una hagiografía ilustrada, con historias de corte humorístico, que combina toda clase de peripecias de nuestro protagonista, adversidades y penurias, con tal de cumplir un sueño: llegar a Tierra Santa.
Nada más empezar a leer, seremos testigos del bautismo de Apapucio, en una desafortunada sobredosis de agua bendita, en la pila bautismal. Muy a su pesar, pues no estaba planeado, para a continuación observar como el padre de la criatura (una vez adolescente), quiere que pruebe las virtudes y la belleza de las mujeres in situ. Mientras que él, está a otras cosas, como sentirse el elegido por Dios y cumplir una sagrada misión. Unas pruebas que deberá ir pasando, muy a su pesar, y su poca gallardía, gracias a los enviados por Dios, para que se convierta en un verdadero santo. Así como de hacer algún que otro milagro, citando las palabras que él mismo se ha autoimpuesto para hacerlos: ¡Hey, MacKey!, tan solo un divertimento para su propósito.
Nadie le ha dicho que la vida de un santo sea fácil, pues la práctica para los milagros es continua, desde el mismo momento de su entrada en un convento. Rehusando a las reliquias, de las que podría aprovecharse a su favor, para seguir su propio camino, y atraer a la fe al pueblo; con unos pobres resultados y más de un enfado. Todo ello, combinado con la ineptitud del que se cree un santo, al intentar deshechizar a una muchacha durmiente. Así como de dar la absolución a un hombre mayor en pecado, a punto de marchar al más allá o de no caer en diversas tentaciones carnales y lúdicas de diversa índole. Creando durante su largo periplo santo, cierta controversia con los que se cruza en su camino, con uno de los momentos álgidos de las historias: su paso firme e inequívoco de llegar a Jerusalén. Aunque para ello tenga que asociarse con unos soldados de las cruzadas, que simplemente las usan como excusa para divertirse.
En ¡Santo súbito!, Manel Fontdevila nos sirve unos guiones que son una delicatesen, tanto en su forma como en su desarrollo. Sus historias están cargadas de humor y divertimento, al mostrarnos las desventuras de un joven que quiere ser santo pero no mártir, en la Europa medieval. Combinando su talento, con el espectáculo gráfico que Alfonso López nos regala, en unas maravillosas páginas, llenas de una fuerza y un ímpetu fuera de lo común.
El álbum está compuesto de 21 historias, repartidas en tres capítulos, para los que se ha impreso en un papel que soporta muy bien cierto tipo de impresión; con el que se ha querido realzar los dibujos, las tintas y el color bitono de López. Es un verdadero placer ver el trazo, la mancha de negro de cada línea o de las mismas sombras, convirtiéndola en una edición de diez.
Sinceramente, me ha gustado mucho este ¡Santo súbito!, de Alfonso López y Manel Fontdevila. Un tebeo que se convierte de facto en uno mis álbumes favoritos de la temporada. Háganme caso, léanlo y disfrútenlo, pasarán un rato muy agradable con dos genios de nuestra historieta.
¡Santo súbito!
Guion de Manel Fontdevila
Dibujos de Alfonso López
Prólogo de Xavier Roca
Rústica con solapas, 100 páginas, 21 x 29 cm, color
PVP: 20 €
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