La historia parte la Tierra de los Cinco Ríos, nada más comenzar la lectura vemos una lucha sin cuartel entre un profeta guerrero de las tribus ancestrales, llamado Loquan, frente a Ruza el mugriento, empuñando la legendaria Espada Olvidada (anteriormente de Jym el imparcial). Teniendo como testigo a la Suma Adivina Tenna, como líder y guía de la Iglesia, respecto al que Dios que creo ese mundo, el Padre de todo. Tras acabar Ruza con Loquan de una forma muy fácil, vemos como llega la Ciudad del Vacío una chamana llamada Noa, encontrándose en problemas nada más llegar. Su propósito es llegar a contactar con un poderoso guerrero, en este caso Ruza, para acompañarle a una peligrosa misión, nada menos que acabar con el Dios de aquella Tierra, el Padre de todo. Mostrándole el verdadero poder de la espada que porta Ruza, y percatándose de las reticencias de unirse a ella. A continuación serán detenidos por los altercados previos, y llevados esposados hasta la torre de la Inquisición. Un lugar nada agradable, en la que le es inspeccionada a Noa su mochila, en cuyo interior se encuentran los huesos de sus hijos, Mya y Kren. La llama sagrada quemó a sus hijos y los sumergió en el río de las almas, por tan solo cuestionar la autoridad de la Inquisición; la cual existe debido a que Ruza mató a Loquan.
Poco después los presos de aquella torre, se rebelaran ante una nueva injusticia cometida con una niña, por tan solo robar pan de la Iglesia, y condenarla al río de las almas para su castigo eterno. Es el momento preciso para escapar de aquel lugar, e iniciar de inmediato un viaje Noa y Ruza, hasta la Ciudadela. Su misión será acabar con el Padre de todo, el adversario más peligroso al que pueden enfrentarse y creador de ese mundo en el que viven oprimidos.
El guion que construye Tze Chun, es lo mejorcito que he leído de este autor, ofreciéndonos una historia épica, no solo en el contenido sino en la forma que lo cuenta. Su narración fluye de una manera muy natural, para adentrar al lector en una historia muy buena, en el que los personajes tienen una personalidad propia; uno a uno puedes identificarlos a primera vista, nada más pasar las páginas. En cuanto a Toni Fejzula, es un autor que he ido siguiendo a través de los años, y sus trabajos, como el sorprendente The Veil (con Greg Rucka), o la adaptación de la novela de Fernando Aramburu, Patria, han guardado en mi una grata impresión. En The Forgotten Blade alcanza un nivel máximo, con una disposición de las viñetas y las páginas sobresaliente. Eso unido a un color espectacular, hace de esta obra un título muy importante en su comicgrafía, que espero que siga con tan buen pulso en los próximos años venideros.
El tomo lo completa todas las portadas de la miniserie a todo color, unas páginas con los personajes protagonistas, unos cuantos bocetos, y una breve biografía del guionista, el editor y el dibujante.
Sinceramente The Forgotten Blade me ha encantado tanto la historia como su parte gráfica, así como de la importancia de la Espada Olvidada, pero lo que más me ha conmovido es su emotivo final. Un tebeo para disfrutar y releer una y otra vez.
The Forgotten Blade
Guion de Tze Chun
Dibujos de Toni Fejzula
Color de Toni Fejzula, Roig & Helz
Cartoné, 192 páginas, 18,3 x 25,5 cm
Traducción de Víctor Manuel García de Isusi
PVP: 25 €
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