Todo llega a su fin, y La esperanza pese a todo de Émile Bravo, se convierte así, en una de las historias de referencia de Spirou y Fantasio. Una historia donde la tragedia, la aventura y el amor, tendrá lugar en un contexto histórico como la ocupación alemana de parte de Europa, durante los años que duró cruel y sangrienta Segunda Guerra Mundial. Una cuarta parte que finalmente podemos disfrutar los lectores españoles, para el deleite del gran número de seguidores que tiene el personaje. Unos lectores que esperamos con ahínco, cualquier novedad de la serie que pueda producirse en los próximos meses, como la publicación del 8º integral de Spirou de Franquin por parte de Dibbuks.
Un final y un nuevo principio, comienza justo en el momento justo que nos dejó con el suspense de saber qué pasaría con el tren lleno de prisioneros judíos pasando por un puente. Algo que no puede permitir Spirou, impidiendo a Fantasio hacer detonar las bombas. Para a continuación pasar un convoy alemán, lleno de soldados, ante la atenta mirada de ambos, y la búsqueda del detonador por Fantasio, con la explosión inmediata del puente, teniendo que ponerse ha cubierto nuestros protagonistas. Su amiga Spip, la ardilla, ha sido la encargada de tomarse la justicia por su mano, aunque de alguna forma involuntaria.
Tras este suceso, Spirou regresa al campamento, donde se verá con sus amigos de la granja en la que estuvo, con Anselme y Ernestine, los cuales han sufrido las represalias de los alemanes quemando su granja y algunas casas de la zona, con motivo de la destrucción del tren alemán. Para marcharse de aquel lugar en una camioneta, con algún susto que otro de parte de los americanos, con un joven alemán de por medio, que fue obligado a colaborar con los nazis. El siguiente destino de Spirou y Fantasio será llegar a Bruselas, en bicicleta, justo en el momento que los ingleses entran a la ciudad, una vez liberada de los alemanes. Desde ese momento, la prioridad de Spirou será encontrar al pintor Felix Nussbaum y a Felka Platek, su esposa. Desgraciadamente la señora Leemans, la portera de la finca donde se escondían, les transmite malas noticias sobre sus amigos. Todo parece llegar a su fin, pero no como habría planeado Spirou, pues también sufre la pérdida de su amada, Kassandra. Además de algún que otro encontronazo con cierto policía belga, y sacerdote colaboracionista. Su intención ahora es ayudar a sus conciudadanos, y vivir nuevas aventuras en compañía de su amigo Fantasio, volviendo a disfrutar de la naturaleza.
Creo que Émile Bravo ha firmado con La esperanza pese a todo, su mejor trabajo hasta la fecha. Una historia que no dejará indiferente a nadie que se acerque a ella. Tiene todo lo que debe tener un cómic, de principio a fin mantiene el pulso la historia a lo largo de cuatro álbumes que lo conforman. Si a eso le añadimos un dibujo muy detallado y un grafismo espectacular, poco más se puede decir del trabajo de Bravo, que tardó cuatro años en completarla esta obra.
Ahora que Dibbuks ha completado la publicación de toda la historia, es un buen momento para releer los álbumes de esta emotiva historia. Estoy convencido que aquel lector que aún no haya leído La esperanza pese a todo, se encontrará con asombro, una obra que le calará muy hondo. ¡Obra maestra!
La esperanza pese a todo. Cuarta parte: Un final y un nuevo principio
Guion y dibujos de Émile Bravo
Color de Fanny Benoit
Traducción de Fabián Rodríguez Piastri
Cartoné, 48 páginas, 24,1 x 31,8 cm
PVP: 20 €
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