En cada obra que el tándem Ed Brubaker y Sean Phillips produce, realiza y publica, el lector de su obra no para de sorprenderle el talento de estos dos autores, que llevan más de quince años deleitándonos de obras de la talla de Criminal, Fatale, Kill or be Killed, Fade Out, Cruel Summer, Pulp o Mis héroes siempre han sido yonquis; por citar algunos de sus obras más notables. Es ahora cuando Panini publica su siguiente serie de envergadura, Reckless, de la que han salido en Estados Unidos cuatro entregas (y una quinta en ciernes, el próximo octubre), y que en nuestro país va por la segunda entrega (la tercera se editara a finales de septiembre), Amigo del Diablo. Un título al más puro estilo de los pulp norteamericanos de los años veinte y treinta (cuando fueron más populares), en los que Brubaker y Phillips han querido homenajear a aquellas novelas de género negro, como si se tratara de un personaje, en las que sus historias tenía un principio y un final con un sentido e identidad propia; con la que iniciar en su siguiente entrega una nueva historia. Así como las cubiertas, que evocan a aquella época de lecturas y formatos populares. Una forma de darle un empaque a cada de una de ellas, con las que impactar al lector a primera vista, con un dibujo de cubierta detallado, y pintado para la ocasión.
Amigo del Diablo comienza como uno no se podría esperar, de menos a más, con una historia ambientada en 1985, en la que un ex agente del FBI, Ethan Reckless, que ejerce en parte a veces de detective privado, se verá envuelto en una trama de con una chica: la recepcionista de la biblioteca pública de Santa Mónica, Linh Tran, de origen vietnamita. A la que intenta sonsacar la persona al que se le prestó un determinado libro; finalmente accede y determina que se trata de Richard Fuller. Poco después, Linh pasara a formar parte de la vida de Ethan, en un dulce romance, lleno de sexo y visionados de películas en el cine del que es propietario, El Ricardo (en el cual, está Anna ayudando en ciertas tareas). En un momento de una proyección, Linh descubre a su hermanastra Maggie en la pantalla, la cual lleva desaparecida ocho años. Una película de serie B, Sirenas de Satán, del año 1977. Desde ese momento, Ethan pondrá toda la carne en el asador para encontrarla, hablando primeramente con su contacto habitual, Frank Hancock (su antiguo supervisor del FBI), y a Byron (un experto en ese tipo de películas), el cual le recomienda entrevistarse con Verna Peters: la directora de casting. Todo apunta a unos tipos turbios relacionados con la Iglesia de los caídos, su líder Magnus Epoch, y el rodaje de snuff movies.
Ed Brubaker lo ha vuelto hacer, escribir una serie con un enfoque nuevo, con un personaje de lo más pulp, con los que mantener el ritmo de producción en cinco entregas consecutivas en poco más de un año. Una idea que surge del ritmo de publicación de épocas pasadas, para mantener al lector en vilo, sin que tenga que pasar apenas unos meses, entre cada una de ellas. Un guion de lo más sugerente el primer volumen, que remata brillantemente en este Amigo del Diablo.
Y en la parte gráfica, Sean Phillips se le ve más desenvuelto en sus dibujos, con unas líneas sueltas, y más gruesas respecto a anteriores series publicadas bajo Image Comics. Cabe destacar la labor de su hijo Jacob, con un color un tanto alejado de anteriores coloristas del tándem.
Esta segunda entrega me ha gustado más si cabe que la primera, quizá porque sentaba las bases de la serie, y en esta, la historia nos lleva por otros derroteros más interesantes. Estoy deseando leer la tercera historia que Brubaker y Phillips han perpetrado, Destruir a los monstruos. Vaya desde aquí mi recomendación para este Recklees, que no dejará a nadie indiferente.
Reckless 2. Amigo del Diablo
Guion de Ed Brubaker
Dibujo de Sean Phillips
Color de Jacob Phillips
Cartoné, 144 páginas, 18 x 27,5 cm
Traducción de Gonzalo Quesada
PVP: 20€
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