Tras ocho años sin publicar
Ponent Mon ningún álbum del dibujante galo Patrick Prugne, con obras en su
haber como Frenchman, Canoe Bay, o Pawnee, llega una de sus trabajos más
personales, Poulbots. Una nueva aventura gráfica del francés, en el que toma
como referencia una parte de la vida del pintor e ilustrador Francisque Poulbot,
en el que plasma un precioso homenaje a los niños que jugaban por la colina de Montmartre
a comienzos del siglo XX.
Una historia que tiene como
protagonista a cinco niños pobres, que tendrán que enfrentarse a un promotor
inmobiliario corrupto llamado Noblard, que quiere urbanizar aquel lugar, con su estanque
incluido de ranas. En el que los muchachos disfrutan jugando con ellas, destacando
sobre todo una enorme llamada Bismarck (que realmente es un sapo). No están
dispuestos a ceder ante el promotor, e incluso llegan a apedrear a él y a su
ayudante Arsène, ante su visita a la zona. Huyendo del lugar tras otro
accidentado suceso, dejando al hijo del promotor olvidado, con los niños a su
alrededor increpándolo. Finalmente, deciden tomarlo como rehén, para pedir un
rescate por él, obligándole a redactar una carta para su padre, que romperá ante
el asombro de los presentes. A cambio les propone darles la llave de su casa,
para que se lleven la plata que quieran. En ese intervalo la aparición de Francisque
Poulbot se hará notar, con la adulación de algún que otro amigo que le comenta
que a los otros niños del lugar, les llaman sus padres “Poulbots”; en referencia a sus
dibujos. Además del encuentro casual del artista con de uno de ellos (el cual
se ve reflejado en uno de sus dibujos), junto con el niño burgués secuestrado, Jean;
el cual quiere ser también pintor, con la ayuda y consejos del propio Poulbot, regalándole
este un lápiz y la dirección de su estudio.
El reencuentro con el resto de los
amigos tendrá lugar, después de toda la noche huyendo de la policía. Su primera
consecuencia grave del día, será el desencuentro entre el secuestrado y
los secuestradores, al comprobar que la urna con las cenizas de su abuela, no se
encuentran dentro. Supuestamente también debía contener un botín relacionado con una reliquia. En un final en el que la historia de
Montmartre y los amigos, deben seguir cada uno su curso.
Patrick Prugne realiza en este
álbum, un excelente trabajo gráfico, así como una historia que promulga la amistad y el valor de la misma, a pesar de
la pobreza y el desánimo en el que pueden caer sus protagonistas. Sus vidas
merecen ser vividas, y carecen de casi todo, y por ello al menos quieren
conservar su pequeño paraíso, su patio de recreo a toda costa. Una historia muy
medida, en un ambiente previo a la Gran Guerra de 1914, con un desenlace
realmente emotivo.
El álbum contiene una serie de
fotos del pintor Francisque Poulbot, y una breve biografía. Así como una serie
de bocetos de los personajes y lugares, una portada descartada; junto con documentación
gráfica, de Prugne, que servirán al lector a situarse mejor en la historieta.
Sinceramente, Prugne es un autor
que me encanta, ya sea por sus dibujos, su forma de plantear las historias o su
sencillez narrativa. Espero que muy pronto podamos ver otros trabajos aún inéditos
por estos lares, como Iroquois, Vanikoro, Tomahawk o Pocahontas. Crucemos los
dedos.
Poulbots
Guion, dibujos y color, de Patrick Prugne
Cartoné, 80 páginas, 21,6 x 28,6 cm
Traducción de Fabián Rodríguez Piastri
PVP:24€
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