El éxito del personaje de Conan y la publicación de Conan el Bárbaro por parte de Marvel Comics en 1970, determinó que La Casa de las Ideas buscará nuevos formatos y revistas; de alguna manera diversificar las publicaciones, contando las hazañas de este bárbaro creado por Robert E. Howard en 1932. Entre ellas Relatos Salvajes en 1971, los Giant-Size Conan en 1974, La Espada Salvaje de Conan en 1974, la tira de prensa de Conan en 1978 y Conan Rey en 1980.
Uno de los artífices de la popularidad del personaje, de debe a las adaptaciones de su guionista, Roy Thomas, y en buena parte de la labor gráfica del John “Big” Buscema. Los dos fueron los encargados de llevar a cabo el comic book de Conan Rey, Thomas estuvo hasta el número 8 como guionista principal, adaptando dos novelas, La bruja de las brumas, de L. Sprague de Camp, y Conan el Vengador, de Björn Nyberg y Lin Carter. Mientras Buscema, se mantuvo hasta el número 9, aparte de realizar prácticamente todas las cubiertas hasta su marcha (la 6 es de Walter Simonson). Después volvería hasta en un par de ocasiones. Todas incluidas en el primer Ómnibus de Conan Rey que Panini Cómics ha publicado hasta la fecha.
En la primera adaptación veremos cómo Conan debe marchar de Tarantia, la capital del reino de Aquilonia, pues su hijo Conn ha sido secuestrado, mientras estaba de caza tras un ciervo blanco. Unos hombres sin rostros, liderados por una bruja, la reina sacerdotisa Louhi, que obedece a Thoth-Amon (el mayor enemigo de Conan) se lo han llevado. La incertidumbre de los sucedido, hará que nuestro héroe emprenda su búsqueda arropado por su hombre de confianza, Prospero, y sus soldados. Hasta encontrar un pergamino atado a una vara clavada en el suelo, donde se advierte a Conan que debe marchar solo hasta Pohiola, siguiendo el camino marcado por La mano blanca, si quiere ver con vida a su hijo. Encontrándose con no pocos peligros a cada paso, hasta llegar frente a frente a Thoth-Amon, y el llamado Anillo Negro; el cual está formado por una especie de cofradía de brujos. Todo por liberar a su hijo encerrado en aquel lugar.
La segunda adaptación ya de regreso a Tarantia, en plenas celebraciones, Zenobia (la esposa de Conan) será secuestrada por un monstruo alado, todo apesta a oscura brujería, por lo que decide marchar en solitario, en una incierta misión atravesando un desierto hasta llegar a Khanyria. Pues quiere evitar las sospechas de los otros reinos por lo que pueda suceder; en caso de no volver en dos años, deberán nombrar a un nuevo Rey. Una vez en la ciudad, los peligros y el engaño vuelven a acecharle, hasta encontrarse con su amigo Pelias, el brujo Kothio; el cual le pondrá sobre la pista hacia Khitai, en la que la ayuda de El anillo de Rakhamon, con ciertas con ciertas propiedades mágicas, podrán ser determinantes en el futuro de su nueva aventura.
La historia que nos relata Roy Thomas raya a gran altura, con unos diálogos muy bien hilvanados y una narrativa espectacular, que junto con el dibujo de John Buscema, hacen de este Ómnibus, una lectura de lo más entretenida, y agradecida. Pues vamos descubriendo por primera vez, a un Conan Rey, maduro, con más sabiduría y experiencia si cabe tras tantos años de luchas.
Tras la marcha de Thomas, vendrían Doug Moench y Alan Zelenetz a los guiones, y Marc Silvestri (como gran estrella), además de Ernie Chan, Ron Frenz, Alan Kupperberg y Rudy Nebres a los lápices, en un baile de dibujantes importante.
La edición cuenta además con un color restaurado que destaca sobre los dibujos de especial manera. Le acompaña los correos originales de la serie, las portadas intercaladas entre cómic y cómic (todo un acierto), y algunos portafolios, entre ellos los del mítico entintador Ernie Chan, y Gil Kane. Además de dos introducciones tan importantes como las de Thomas y Moench.
Si no has leído nunca Conan Rey, esta es una buena oportunidad para leer unas buenas historias de nuestro bárbaro más importante de los últimos 50 años.
Conan Rey 1: La etapa Marvel original
Guion de Roy Thomas, Doug Moench y Alan Zelenetz
Dibujos de John Buscema, Ernie Chan, Ron Frenz,
Alan Kupperberg y Marc Silvestri
Color de George Roussos
Cartoné con sobrecubierta, 776 páginas, 18,3 x 27,7 cm
Traducción de Joan Josep Mussarra
PVP: 60 €
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