No es la primera vez que algún actor de Hollywood de reconocido prestigio internacional, se propone como guionista de cómic. Una veces con una historia de fantasía, y en otras ocasiones inspirada en hechos reales. Esta vez el gran actor Ethan Hawke (El club de los poetas muertos, Reality Bites, Training Day), se acompaña del dibujante Greg Ruth (Conan la leyenda), para adentrarnos en la novela gráfica editada por Planeta Cómic de Meadowlark. Un cómic basado en la propia infancia de Hawke en su Texas natal, y en la relación con sus hijos, servirá de inspiración para esta apabullante historia, que se cierne sobre la adolescencia de un joven en conflicto, tras la separación de sus padres.
Nada más comenzar el cómic vemos como el joven Cooper James Johnson sufre un extraño sueño, en el que aún sus padres permanecen juntos, disfrutando de una mañana, en el que el padre juega con él, mientras un pájaro sabanero sobrevuela sobre ellos. Mientras este despierta (con un póster de fondo de su padre el boxeador Jack “Sabanero” Johnson) la llamada de su madre, Loretta, se hace notar. Debería ir al colegio, pero fue expulsado por un porro y unas papelinas, mientras Barry, su padrastro, se queja de lo que le ha sucedido a su coche (un Excalibur Firebird de 1978); al cual le faltan las cuatro ruedas. Nada parece ser casual, Loretta llama a su ex para decirle que le debe 15.000 dólares de la manutención del muchacho, y de que le mete ciertas ideas extrañas en la cabeza.
Finalmente el padre de Cooper viene a recogerle (sin saber nada de lo sucedido en el colegio), para el asombro del nuevo marido de su ex, tomando prestado su coche sin consentimiento para irse a trabajar. Será el momento de Coop y su padre, su hijo le acompañara hasta el trabajo (gracias a que los recoge su compañero Buck), diciéndole este que debe respeto a Barry, y que él está presente cada día. Al enterarse por su propio hijo, del lío en que se ha metido en el colegio, finalmente le lleva hasta la prisión de Huntsville, donde Jack trabaja como agente penitenciario. Dejándole en la oficina con Madia, su jefa, a la que llaman “Humos”, rogándole que la obedezca. Sus compañeros de trabajo sienten un gran respeto por Jack. Nada hace presagiar, lo que está a punto de suceder, se va a armar un gran jaleo en la prisión. En el que se ve envuelto, por sus malas decisiones anteriores como pugilista, en una vía sin escape.
La historia de Ethan Hawke podría llegar a convertirse fácilmente en una película, en una criminal road movie, con la que mantenernos en vilo durante todo el tiempo. Las dificultades surgen cuando menos te lo esperas, y Hawke sabe darles forma en este estupendo cómic, en el que los finales felices no tienen cabida. Y quién mejor que Greg Ruth para dar llevar a cabo a la historia, con un buen número de viñetas impactantes y primeros planos, como si se tratará en sí de una película filmada. En la que los sentimientos y emociones están muy bien reflejados en los rostros de los protagonistas, gracias al talento de Ruth.
Un trabajo como Meadowlark, en la que la intriga, la violencia, y las relaciones paternas filiales, juegan una baza muy importante, son solo algunos de los factores determinantes para leer esta impactante obra. Una novela gráfica, en las que la emociones humanas nos llevarán por lugares insospechados, en una montaña rusa de situaciones inesperadas para los lectores.
Meadowlark. Una historia criminal iniciáticaGuion de Ethan Hawke
Dibujos de Greg Ruth
Cartoné, 256 páginas, 18,3 x 25,5 cm, color
Traducción de Víctor Manuel García de Isusi
PVP: 25€
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