En tiempos de fórum, la edición de la Novelas Gráficas de personajes Marvel, no fueron todo lo populares que debieron ser, a pesar de la calidad de sus ediciones. Estoy hablando de la primera hornada de 1983 a 1985, aquella en la que pudimos leer la aclamada historia de Dios ama, el hombre mata, de Chris Claremont y Brent Anderson. Años después en 1990, fórum retomó la publicación de las Novelas Gráficas, esta vez en formato rustica con solapas, dejando algunas de ellas para ciertos especiales en la colección Marvel Héroes: Los Nuevos Mutantes (Especial Verano, año 1987), Emperador Muerte (Especial Navidad, año 1987) o Capa y Puñal (Especial Primavera, año 1989). Así como en la propia serie regular, como Hulka (números 36, 37 y 38, año 1989), Los Inhumanos (nº 50, año 1991), o La viuda negra (números 70 y 71, año 1992).
Títulos que no encontraban encaje en el plan editorial hasta ese momento para un formato de mayor calidad. Es el caso de El Castigador. La corporación de asesinos, editado en fórum en el especial invierno de 1990, donde Mary Jo Duffy y Jorge Zaffino, dan una lección narrativa, con una historia en la que Frank Castle se encuentra en una disyuntiva importante: colaborar con un grupo de asesinos, para acabar con el líder de una red mafiosa o actuar solamente por su cuenta. Ahora tras treinta y cuatro años, se reedita en todo su esplendor, con un color espectacular (que nada tiene que ver con el de fórum, en su formato, y el papel del especial), en la colección de Novelas Gráficas de Panini Cómics.
Una historia que comienza cuando vemos en la noche, como uno de los hombres más buscados del mundo, Arsene Jourdan III (un ladrón de joyas de guante blanco), y tres compinches más (todos ellos fichados por la Interpol), se encuentran en su huida (tras asesinar a un vigilante, y robar una caja fuerte con dinero), con el Castigador. Tras ajusticiarlos a sangre fría en un callejón, Castle, da el caso por cerrado, prosiguiendo con su lucha contra el crimen organizado.
Cuatro días más tarde, seremos testigos de cómo una mujer sufre un accidente en el Upper Side en Nueva York, frente a un tipo que pierde los papeles; siendo este detenido finalmente por la policía. Mientras, en el Lower East Side, una joven japonesa, Reiko, a la que intentan asaltar un par de hombres, acabará con sus vidas, gracias a una agujas que guarda en el pelo, para dirigirse después, a tres manzanas de allí, al restaurante Los mil otoños: la base de una corporación de asesinos, que se toma la justicia por su mano. En el que se discierne un trabajo, acabar con la vida de D. Marro Levy, por una suma importante de dinero.
Castle al llegar a su casa en Midtown, rememora su lucha contra el crimen, con una nueva identidad, en el que se hace llamar James Maxwell. Quiere saber en todo momento qué está pasando ahí fuera que necesite su atención, como el desgraciado incidente mortal de Gracie, perpetrado por Kevin (los dos accidentados de coche). Al que pone remedio el Castigador, con la posterior presencia en el lugar de Reiko. Un asunto turbio, en el que el abogado Robert Abbey, y una red de “favores”, tendrá mucho que ver, poniendo el foco nuestro protagonista, y la corporación de asesinos, bajo el encargo del padre de Gracie. El cual, quiere ver muerto a Robert Abbey, el responsable de su muerte. Un encargo que será llevado por Reiko y su primo Masumi, su aprendiz en el oficio.
El Castigador intenta averiguar y
rastrear esa corporación, hasta que un buen día en el restaurante Los mil
otoños, conoce a Reiko, estableciendo una relación personal, tras atenderle y
tomar algo después de su turno. Una conexión amorosa, por pura conveniencia de
ambos. Sera el momento de averiguar quién está detrás de toda esa red de
favores y acabar con ella en la medida de lo posible.
La historia de Jo Duffy, encarna una historia cercana a la mafia japonesa, a los llamados Yakuza, dándole un protagonista esencial la ciudad de Nueva York, como parte principal del escenario. Un protagonismo que comparte con Frank Castle, en su lucha contra todo aquel que se cruce en su camino, y cumpla su sed de venganza, respecto a la muerte de su familia por la mafia, en aquel fatídico día en Central Park. Un guion sólido, que nos llevará a cierta moraleja final, en la que viene a decir que “entre bomberos no se pisan la manguera”.
En la parte gráfica, poco puedo añadir al gran trabajo del argentino Jorge Zaffino, un pedazo de dibujante, con un grafismo sobresaliente que dejo su impronta en este trabajo. Y una segunda incursión con el personaje, con Kingdom Gone, en 1990, con el guionista Chuck Dixon, con el que ya colaboró en 1987, con unos de su trabajo más recordados, Mundo invernal.
La corporación de asesinos es sin duda una buena historia, que nos sumerge en la ciudad de Nueva York, su problemática, y la lucha por el control interno de la misma, con negocios sucios; en la que Frank Castle hará su aparición para erradicarlos a su manera. Una novela gráfica que bien merece vuestra atención, una lectura absorbente, la de todo un clásico moderno.
El Castigador. La corporación de asesinos
Guion de Jo Duffy
Dibujos de Jorge Zaffino
Color de Julie Michel
Colección Novela Gráficas
Cartoné, 64 páginas, 17 x 26 cm
Traducción de Gonzalo Quesada
PVP: 18 €
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