Dentro de los últimos noirs que he leído en este año, destacaría The Good Asian, de Pornsak Pichetshote y Alexandre Tefenkgi. Una propuesta más que interesante, editada originalmente de Image Cómics, que Planeta Cómic ha editado en un solo tomo integral, las diez grapas que componen la primera historia. Un cómic protagonizado por el policía chino-americano Edison Hark, en el San Francisco de 1936, en el que deberá resolver el caso de la desaparición de la joven Ivy Chen. Un impactante historia en el que guionista y editor Pornsak Pichetshote americano (de origen tailandés), nos descubre los inicios de la inmigración de los chinos en Estados Unidos, y las restricciones que impuso el gobierno; hasta el punto de prohibir su entrada, excepto en determinados casos.
La historia comienza viendo como uno de los chinos que quieren entrar en los Estados Unidos, está recluido en un centro de extranjeros, Angel Island, en las que se les hace hasta 105 preguntas, para comprobar quien dice ser. Allí se encuentra Edison Hark, junto con un joven de doce años llamado Kai, que quiere entrar en el país, y vive una situación familiar difícil, al que podría darle unos consejos de cómo dibujar. Poco después, liberan Hark de su encierro gracias a su conexión con el millonario y protector Mason Carroway, disculpándose de ese error los funcionarios de turno. Casualmente Mason tenía a la madre de Edison como empleada de hogar, y cuando esta falleció, este le trató como un hijo.
Eddy reanuda su trabajo policial, con un policía corrupto como O’Malley (de la Brigada de Chinatown), el cual interroga con métodos nada ortodoxos, a un chino adicto al opio sobre una criada llama Ivy Chen (de 25 años) que está desaparecida. Al intentar escapar, Eddy le lanza una plancha para evitar que huya, siendo finalmente detenido este y encerrado en un coche jaula, camino de la comisaria. A continuación veremos cómo Mason Carroway se encuentra enfermo, como dormido en la cama, mientras que su hijo Frankie y Eddy, se sientan a su lado a contemplar su estado: fruto del disgusto de la desaparición de Ivy Chen, de la que estaba enamorado profundamente, a pesar de la diferencia de edad.
Frankie le pide a Eddy que la encuentre, siendo su siguiente paso acudir a Chinatown, donde casualmente hay una redada policial en el número 527. Al amanecer ve a un niño oriental en la calle, del que se percata de su miedo en los ojos, está a punto de encontrarse con un caso de asesinato; con la aparición de O’Malley en último momento. El cual amenaza al chico y a su padre (de forma violenta), si no cantan lo que ha sucedido. En la misma comisaria, Frankie se presenta ante Eddy con el abogado Terence Chang, un tipo que puede ayudarle en este caso, gracias a las pistas que le han dado algunos agentes tras la receinte redada; todo apunta al misterioso Hui Long pueda estar implicado.
Estamos ante una obra compleja, en el que Pornsak Pichetshote va sumando tramas y personajes, con los que adentrarnos en el racismo imperante de esos años de los chinos en los Estados Unidos. La fluidez de la obra no está muy conseguida hacia el final de la obra, lo que no quita que la historia plantee momentos de gran interés en la resolución del caso de Ivy Chen.
En cuanto el dibujo de Alexandre Tefenkgi, considero que realiza un gran trabajo, en el que la ambientación de Chinatown y San Francisco está muy conseguida. Eso unido a las brillantes portadas de Dave Johnson y las alternativas, hacen que la parte gráfica sea muy potente.
El tomo lo completa un dossier de la inmigración china en Estados Unidos, la centralita del barrio chino o la inspiración real para la creación del personaje de Hark, así como diversos bocetos y diferentes portadas.
En The Good Asian encontraremos una lectura muy cinematográfica, que hay que saborear a fuego lento, solo entonces encontrarás un buen cómic, lleno de mujeres fatales, asesinatos y secretos familiares.
The Good Asian
Guion de Pornsak Pichetshote
Dibujo de Alexandre Tefenkgi
Cartoné, 312 páginas, 16,8 x 25,7 cm, color
Traducción de Diego de los Santos
PVP: 30€


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