En los últimos tiempos, no para
de sorprenderme la cantidad y calidad de la obra dos autores como Juan Díaz
Canales y Teresa Valero. Ambos, en su estilo, han firmado dos trabajos tan
importantes como Blacksad: Todo cae (de Canales y Guarnido) y Contrapaso (de
Valero). Dos autores que han formado equipo esta vez, para firmar un nuevo
trabajo (el primero de ellos en conjunto), para contar una excelente historia de
ficción, sobre las revistas dedicadas al público masculino, con Gentlemind. Toda
una aventura a lo largo de varias décadas, entre los años treinta y setenta,
que firman junto con el espectacular dibujante italiano Antonio Lapone. La
editorial barcelonesa, Norma, ha sido la encargada de recoger los dos álbumes
publicados por Dargaud en 2020 y 2022, para editarlo en un bonito tomo
integral, para una mayor comodidad de lectura. Una edición muy cuidada, que
cuenta con una cubierta realmente llamativa.
Gentlemind comienza en 1939, en
la gran ciudad de Nueva York, donde alberga ya la nada desdeñable cifra de diez
millones de habitantes. Donde se han construido nuevos rascacielos y se ha
dejado atrás, desde hace algunos años, la llamada “Ley Seca”. Las revistas que
imperan en aquella sociedad son algunas como New Yorker, Time, Life o Fortune,
y una nueva que está a punto de iniciarse, Gentlemind; en medio de una historia
de amor, y lucha de poder, en una sociedad clasista, en el que el dinero puede
conseguirlo todo o casi todo.
Así de esta manera conoceremos a
una pareja formada por dos jóvenes, Arch Parker y Navit (Gina Majolie), cuyos
inicios en el mundo de la prensa será fortuita, y de forma escalonada, al
conocer casualmente Navit al dueño de la revista Gentlemind, Horace W. Powell,
gracias a una ilustración de un bello desnudo realizado por su novio.
Impresionado Powell por tanta belleza, le pide a Parker que se la presente, quedándose
con el dibujo hasta que la lleve ante el magnate de la prensa neoyorkina. Inmediatamente
Parker es contratado como ilustrador para la revista, pero sin encargos
importantes en su organigrama. A continuación conoceremos a Waldo Trigo, un
abogado americano de origen portorriqueño, y a su hermana Gabriela, defensora
de los derechos de los portorriqueños, que están siendo pisoteados. Waldo trabaja
para la Canasta Sugar Company, defendiendo los derechos de la empresa,
convencido de ello y sus bondades.
Mientras, la relación entre el
Sr. Powell y Gina se irá estrechando, y el distanciamiento con Parker irá aumentando.
Hasta el punto de que Parker abandona la revista Gentlemind, para prestar ahora servicio como dibujante al ejército norteamericano en Europa. Y Gina, desde momento
será una de las coristas en el Powell Follies, con la atención desatada de
amigos y conocidos de Powell, tras conocerse su enlace con la muchacha, tras el
divorcio de su mujer, Margaret. Una corista que conseguirá 13 millones de dólares
de los llamados Bonos de Guerra, en plena actuación, con besos de por medio. Tras
dicha actuación, durante una partida de cartas entre Horace y Gina, la repentina
muerte del magnate, llevará a disputar la fortuna de su marido con su ex; con
la consiguiente contratación como abogado de Waldo para defender sus derechos.
Algo que la llevará a convertirse en editora de Gentlemind, iniciando una meteórica
carrera la revista. Para convertirse el cómic, en una historia coral, donde sus
protagonistas: Arch Parker, Waldo Trigo, la fotógrafa Maggie Kenwood, la joven
periodista Just Jo, y la revolucionaría Gabriela Trigo, conformaran una
historia extraordinaria de éxitos y fracasos editoriales.
Valga mencionar en esta obra, la
gran documentación de sus autores a la hora de reflejar la vida de aquella
época, de sus cambios sociales, y de una parte del periodismo norteamericano.
Así como el homenaje que han querido hacer
Canales y
Valero, a aquellas
revistas, que aún perduran
en algunos
casos, como
Life,
Time o
New Yorker. Guionistas que han tenido a
Lapone como
gran baza, para mostrar todo su talento y configurar este viaje en el tiempo
por la historia de las revistas y la prensa norteamericana. Gracias a un dibujo
detallado y un tanto cartoon, que le sienta como anillo al dedo a una historia
como
Gentlemind. Los detalles de la ciudad de
Nueva York, los kioscos de prensa
o la forma en que representa a minorías, en aquel momento como los
puertorriqueños, son un punto a su favor, como así lo demuestra durante toda la
obra.
Sinceramente, Gentlemind me ha
parecido una trabajo encomiable, una historia con glamour. En el que uno se ve
abducido de principio a fin, sin dejar de levantar la cabeza por saber que le
pasará a esta mujer de una enorme fuerza de voluntad llamada Gina Majolie. ¡No
se la pierdan!
Gentlemind
Guion de Juan Díaz Canales y Teresa Valero
Dibujo y color de Antonio Lapone
Cartoné, 176 páginas, 23,5 x 31 cm
PVP: 28€
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