jueves, 16 de octubre de 2025

Lecturas: Hereje, de Robbie Morrison y Charlie Adlard

 

La trayectoria de ciertos dibujantes, viene determinada no solo por diferentes colecciones puntuales en las que se ha participado como artista invitado o cierto arco argumental, sino por etapas largas en diferentes series largas en las a lo largo de su carrera profesional. Una circunstancia que a todo aficionado, lector, le gusta recordar por los buenos momentos en los que ha podido disfrutar de su trabajo. Es el caso de John Byrne en sus 4 Fantásticos, Mark Bagley en Ultimate Spiderman, o Charlie Adlard en Los muertos vivientes, por citar algunos ejemplos de profesionalidad y devoción por una serie.

Unos siguieron en otras series, y otros como en el caso de Adlard, optó por proyectos más especiales de menor permanencia y más personales, como Vampire State Building (con Ange y Patrick Renault), Altamont (con Herik Hanna) o La muerte blanca (con Bill Morrison). Esta última con un guionista con el que vuelve a colaborar en Hereje, una nueva novela gráfica, editada por Planeta Cómic, en formato álbum. Una historia ambientada en el siglo XVI, en el que una serie de terribles asesinatos, están sucediendo sin saber realmente lo que está pasando, con la incisiva Inquisición de por medio.

Nada más abrir el álbum podemos ver como la historia nos lleva hasta 1906, en la mesa de trabajo de Sigmund Freud, en el que nombra los libros más significativos no publicados hasta esa fecha. Citando a Johann Weyer sobre la Creencia en las brujas o El origen del hombre de Darwin. Un hecho que levantó suspicacias entre los seguidores más significativos de Freud. Weyer fue un erudito y médico, autor de Praestigiis Daemonum (sobre las trampas de los demonios): un alegato sobre la barbarie de los juicios por brujería y la tiranía de la Inquisición. Ahora, una colección de escritos ocultos, los diarios de Johann Weyer, se han encontrado muchos años después de la muerte de Freud en Londres; en un compartimento secreto dentro de su estudio (recreado al estilo vienés) para asombro de muchos.

Escritos que nos transportan a Amberes, una misteriosa crucifixión, y la llegada del joven Johann Weyer a la ciudad en 1529. En busca de los misterios de la vida y del universo, siendo recibido por la joven Juliette Agrippa, y presentado a su padre, Henry Cornelius. Un caballero, médico, abogado y reputado nigromante, que no está dispuesto a cejar en su empeño en seguir buscando su verdad. El inquisidor Eymerich le requiere, para investigar el asesinato del obispo Marius Werbrouck, si quiere quedar redimido ante la institución religiosa.

Bill Morrison nos lleva de un lado a otro, con una historia en la que la herejía, las posesiones demoníacas y la brujería, están presente en todo momento. Apostando por un final sorprendente de la historia, en la que nuestros protagonistas las pasan canutas. En cuanto al apartado gráfico, Charlie Adlard, cumple con creces su cometido, con un dominio de los grises, y las expresiones faciales de los personajes sobresalientes. Si a eso le añadimos, un mayor detallismo en la viñetas, hacen de Hereje una lectura visualmente muy atractiva.

Hereje me ha parecido una lectura de lo más entretenida, en el que el misterio de unos macabros asesinatos mantendrá en vilo al lector. Si te gustan este tipo de historias, este es tu cómic. ¡No lo dejes escapar!  

Hereje
Guion de Bill Morrison 
Dibujo de Charlie Adlard   
Cartoné, 128 páginas, 20,5 x 29,5 cm
Traducción de Nacho Bentz
PVP: 20€

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