Los que crecimos en los años
ochenta, aprendimos a leer y degustar las historias de terror en la revista
Creepy. A devorar las historias cortas de Corben, Bernie Wrigthson, José María
Beá, Auraleón, Rafael Negrete, o el mismísimo Alex Toth. Fruto de esa legendaria
revista, los lectores de aquella época nos sumergimos en un mundo donde el
terror, la sorpresa y el giro de guion eran posible en cualquier momento. Uno
de los discípulos más aventajados de ese estilo de concebir las historias lo
tenemos en Santipérez, un autor que llegó en la parte final de la revista Zona
84, con el Taxidermista (recientemente reeditado por Isla de Nabumbu), y
algunas historias cortas que aparecieron entre 1990 y 1991, durante la segunda época de la mítica revista
Creepy, de Toutain Editor.
La aparición de la editorial
Diábolo en 2006, y su revista Cthulhu en 2007, retomaron el espíritu de las
revistas de terror de antaño, con el regreso de Santiago Pérez, “Santipérez” al
comic de forma regular para el lector; principalmente como portadista. No sería
hasta el 2013, cuando se publicaría su primer álbum con historias cortas del
propio Santipérez, en Various Horror Visions, y recientemente en diciembre de
2023, su segundo álbum con Un puñado de historias de terror (entremedias hubo
una miniserie para IDW en 2018, Diablo House, Norma Editorial). Un nuevo
recopilatorio de historias cortas de terror, con lo mejor que sabe hacer (con
la colaboración de guionistas como Manuel Mota y Alex Ogalla), para sorprendernos
en cada una de ellas.
En la primera, En el país de las
maravillas, leemos un relato inspirado en cuento de Fritz Lieber, en el que
vemos como Alicia y su gato Cheshi, van paseando hasta llegar a un sector
desconocido del bosque. Lejos de amedrentarse, Alicia se adentra en la casa del
Rey
Rojo (el cual permanece dormido), al que custodian dos tipos, una especie
de bufones; sin saber que al tocar el mando de Rey Rojo, todo puede cambiar
para mal a su alrededor, donde nada es lo que parece. En la segunda historia, Leyes
naturales, se centra en el distanciamiento de una pareja tanto en lo físico como
lo emocional, mezclando el marido su trabajo con su hobby, la entomología. La atracción
sexual va a menos, a pesar de que su mujer lo intenta una y otra vez. Hasta que
él le pide que se preste a un experimento: crear partes sintéticas de insectos,
que pueden ser fusionados en humanos. Sometiendo a su esposa a algunos, sin
prever las consecuencias finales.
En la siguiente, Nieve negra, está
ambientada en Marte, donde un grupo de tres adolescentes, Ray, Tom y Elma, salen
a perderse, a explorar el planeta, adentrándose en un paraje deshabitado. A medida
que avanzan, dan con un lugar lleno de una especie de copos de nieve, que tiene
la particularidad de que huele a hamburguesa. Sin percatarse, de los horrores
que a continuación van a contemplar delante de ellos mismos. La penúltima, Criatura,
está protagonizada por una joven pareja granjera, están a punto de tener su
primer hijo, ante la alegría de sus vecinos. Su llegada al hospital, no
conllevará buenas noticias, perdiendo a Anthony, el varón que esperaban. Las siguientes
semanas serían horribles, hasta el punto de encontrar a Christopher (el marido),
a uno de sus animales, Sally, totalmente reventada. Mientras su mujer, Helen,
cuida de una especie de bebe con forma de monstruo, un parasito gigante, venido
de otro mundo, al que no parará de alimentar de todas las formas posibles.
Finalmente llegamos a Mirtha
Haley, una historia inspirada en las míticas mujeres pin ups de los años cincuenta,
que con el paso del tiempo, se ven relegadas y olvidadas en la vejez. Es el
caso de Mirtha, una anciana que quiere recuperar la juventud a toda costa, por
medio de un viejo y extraño libro extraído de unos escombros, con un resultado
para su cuerpo nada esperado.
En Un puñado de historias de terror
nos encontramos con un sorprendente álbum, de lo más original; las cuales beben
de fuentes clásicas como las historias de la EC. Si a eso le sumamos en algunos
momentos un trazo similar al de Bernie Wrigthson, nos sumergirnos en auténticas
joyas, con las que pasar por una lectura muy agradable, rozando la perfección
en alguna de ellas, como es el caso de los dos últimas historietas. Que a pesar
de mostrar el lado menos bueno de lo humano, nos hace a más de uno sonreír por
la forma y en que cómo se cuenta.
El tomo lo completa una serie de
bocetos de los personajes, esquemas de páginas, ilustraciones previas, bocetos del arte final,
diversas portadas y algunas commissions para diferentes lectores, nunca publicadas anteriormente.
Sinceramente, me ha encantado Un
puñado de historias de terror, de lo mejor en su género que se ha publicado en
los últimos meses. Y es que sin duda, Santipérez, es mucho Santipérez. ¡No se lo pueden perder!
Un puñado de historias de terror
Guion y dibujos de Santipérez
Cartoné, 96 páginas, 20 x 27 cm, color y b/n
PVP: 21,95 €